miércoles, 22 de octubre de 2014

MIRADA INTERIOR EL MISTERIO DEL EBOLA AGUIRRE RIVERO: A TRES FUEGOS Por: Isaías Alanís

El misterio de ébola quedó resuelto, la prueba es de que hay control en Nigeria, y en Cuba se ha desarrollado con éxito su cura. La decisión de Barak Obama de invadir África para acabar con ese nuevo peligro para los Estados Unidos, es un pretexto infantil que les permitirá con drones y marines tomar sitio en el continente negro y mediante estrategia publicitaria encubrir la invasión en África con el señuelo sanitario del ébola que será erradicado a balazos. Y como a nadie engañan, la editorial del New York Times da a conocer a la espantada opinión publica norteamericana que no hay pex, que en Cuba tienen resuelto y ha avanzado en el desarrollo de técnicas para su tratamiento con éxito.
El intento distractor por los acontecimiento mundiales, también impactó a México. El Presidente EPN, se cayó de la nube en que andaba a quinientos mil metros de altura, gracias a diversos reconocimientos y premios como el mayor líder mexicano, entre otros.  Hasta que el 26 de septiembre sonaron la descargas en Iguala ante la mirada indiferente del ejercito, la policía federal, estatal y municipal que se encargó no solo de disparar contra los normalistas, sino que los sobrevivientes al ataque fueron entregados a la policía de Colula que a su vez, los cedió a un grupo del crimen organizado, que no se sabe si los mató como asegura el padre Solalinde al que nadie le hace caso, incluyendo la PGR y hasta los propios normalistas han declarado que nunca se ha puesto en contacto con ellos. La pregunta es: ¿hay que pedir permiso a la estructura de los normalistas para hacer declaraciones sobre este aberrante hecho, si éstas le fueron expresadas a Solalinde en el confesionario y por tanto, tiene el sacerdote premio de los Derechos Humanos el derecho de no divulgar los nombres que le confiaron bajo secreto de confesión?
En este episodio de la narco política mexicana que podría servir como argumento de novela negra o de película de horror, en medios elitistas defeños de empresarios nacionales y extranjeros, circula el rumor de que el todo poderoso José María Córdoba Montoya, otrora prohombre ligado a componendas polacas y brazo armado de Carlos Salinas, tiene metida las manos en el caso Iguala y cuyo objetivo principal es cortarle las alas a cierto Gavilán copetón punta de lanza del grupo Atlacomulco casado con una Gaviota salida de las filas de televisa y que fue destinada a matrimoniarse con el emblemático gavilán al que hay que cortarle las alas porque ha volado muy alto con las reformas y los ha hecho a un lado. Al extremo que Luis Videgaray anda solo mientras el Gordo Cartens, que si sabe de cuestiones hacendarias le anda robando cámara con sus declaraciones sobre la verdad del crecimiento económico de México y las aspirinas que hay que administrarle al país herido de muerte, no sólo por la narcopolítica, sino porque según expertos, el país no crecerá tal y como lo ha planeado Videgaray Caso y su equipo.
Y en ese escenario de pugnas entre Osorio Chong y Videgaray por la herencia de la presidencia, sin que nadie lo supiera, se montó  meticulosamente lo acontecido la noche del 26 de septiembre en Iguala con actores de reparto, entre los que aparecen policías de Iguala y Cocula, y los propios estudiantes de Ayotzinapa, así como miembros de las fuerzas armadas y la policía federal. Que hasta la fecha ignoran de quién salió la orden de ajusticiamiento sumario, o si lo saben lo callan y será casi imposible sacarles la verdad. ¿Por eso la negativa a recibir a  Solalinde en la PGR, y a quién le conviene que esto se sepa y a quién no?
La manta colocada por el Choky, en donde delata a presidentes municipales y funcionarios de estar dentro del bisnes del narco ¿fue la información  que requería el gobierno federal para tomar el mando en regiones de Guerrero, y dejara en la indefensión otras, como la Sierra, que los necesita?
Si la verdad se sabe, que casi puedo asegurar que no, AAR saldrá librado de todos los señalamientos, incluido el de responsabilidad política. Porque lo de Iguala se gestó extra muros del estado. La prueba es de que Monte Alejandro Rubido, finalmente bajó al monte después de que la policía comunitaria encontrara casas de seguridad y fosas en las Parotas, en las inmediaciones de Iguala.

Los tres fuegos y las carambolas de veinte bandas han hecho mella en el PRD al que han arrodillado. Y si esto se sabe ya, seguramente que tampoco saldría bien librado por la relación intrínseca del ex de Iguala de Apellido Abarca y su familia con un grupo delincuencial poderosísimo al que no le han tocado ni un pelo.
¿Qué encierra en lo profundo lo acontecido en Iguala?
Hay indicios suficientes para percibir que con esto ¿le pretenden poner freno a EPN y a su afán reformador? Esta simple ecuación no se sabrá nunca o una vez que tengan amarrados los hilos, todo el peso de esta tragedia planeada con sumo cuidado le pondrá una zancadilla del tamaño de la presidencia a Enrique Peña Nieto, y el deslinde primero y el arropamiento después del PRD, hacia Ángel Aguirre, es una prueba. Y mientras el fuego se apaga o se incrementa con marchas, bloqueos ayuntamientos tomados, la quema de las oficinas del PRD hace algunos minutos y lo que se ve venir.
¿AAR está atrapado en medio de tres barriles de acetileno, y padres, hermanos de los normalistas desaparecidos también ocupan un lugar al centro de la pira atizada extra muros de Guerrero y cuyo primer experimento fue el 12 de diciembre de 2011?
Los 43 jóvenes tal vez nunca aparezcan.  ¿Procederá la desaparición de poderes, o producto de una conspiración mayor, AAR pedirá licencia? Ni lo uno ni lo otro.

Y mientras se sabe el origen del operativo Iguala, ¿a quién le toca “administrar el infierno” de Guerrero, al ejercito, la gendarmería o a los políticos?

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