domingo, 27 de julio de 2014

Entresemana PRI, liderazgos Moisés Sánchez Limón

La consecuencia electoral de las reformas estructurales, especialmente la energética y la que avecina en el campo, impactarán en la estructura del voto priista.
No hay duda de la afectación y dividendos políticos que derivarán de los cambios que se avecinan en las relaciones laborales de los gremios petrolero y electricista y en la oferta de cambio en las organizaciones de campesinos, jornaleros, pequeños propietarios, ejidatarios y trabajadores de la agroindustria.
Están en juego los liderazgos en los sindicatos petrolero y electricista. Aunque difícilmente el senador Carlos Romero Deschamps dejará el jugoso negocio de la secretaría general del STPRM; ni Víctor Fuentes del Villar tiene en su agenda el relevo en la secretaría general del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM).
Ambos sindicatos están vinculados estrechamente al desarrollo y hegemonía política del PRI, han sido fuente de votos y contrapeso a las corrientes opositoras que, sólo en el caso de la industria eléctrica tuvo contrapeso en el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), cuya corrupta dirigencia se sumó a la causa perredista y sus votos apoyaron a los candidatos del PRD en el centro del país, es decir, en la región de influencia por servicios de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.
El SUTERM creado por decreto del entonces presidente Lázaro Cárdenas el 14 de agosto de 1937, es apenas dos años mayor, en edad sindical, que el STPRM constituido formalmente en 1935.
En el caso de la Confederación Nacional Campesina (CNC) nació en Guadalajara, Jalisco, en 1938, y junto con el SUTERM y el STPRM nutrió del voto verde y a la estructura dirigente del PRI cuyo poder hegemónico comenzó a sufrir ajustes a consecuencia de la primera reforma política en 1977, de forma tal que la oposición de izquierda debió ser combatida en lo doméstico mediante el control de recursos, de los dineros, y una singular actividad salpicada de represión y negociaciones bajo cuerda.
Así crecieron y se fortalecieron los cacicazgos en los sindicatos, apuntalados desde la Presidencia de la República con defenestraciones en las que fue utilizado todo el peso del poder del Estado. Gremios como el de los médicos y los ferrocarrileros, fueron ejemplo de cómo el poder presidencial puede acotar lo mismo oposiciones democráticas que amagos de perpetuidad en el poder.
En su momento el poderoso Fidel Velázquez Sánchez, desconoció a Joaquín La Quina Hernández Galicia y a Salvador Barragán Camacho, detenidos y procesados merced a un cobro de facturas orquestado desde Los Pinos. Salvo las elementales resistencias y un paro de labores de más de 80 mil trabajadores petroleros, que no duró más tiempo del que consumió la advertencia patronal de rescindir contratos, en México nadie apostó a favor de esos dirigentes petroleros.
Y no se antoja que, en este momento, Carlos Romero Deschamps gane un concurso de honestidad y popularidad ni que alguien pudiera protestar si es echado de la dirigencia del STPRM.
En la otra acera, la del campo, el cambio en la dirigencia nacional se avecina como parte elemental del cambio previsto en los estatutos de la CNC. El senador Gerardo Sánchez García será relevado por el senador Manuel Humberto Cota Jiménez.
La CNC, debió sacudirse el cacicazgo de Heladio Ramírez López. Gerardo Sánchez, el saliente secretario general poco brilló en el cargo; no hay una sola reforma promovida por él en el Senado con impacto al gremio campesino. Por ello, Cota Jiménez tiene la enorme oportunidad de despabilar a la Confederación, instalarla en el plan de activista y promotora de la reforma del campo que se avecina.
Los tres gremios, por encima de la influencia perredista y de Morena, incluso, se mantienen como fuente de votos para el Partido Revolucionario Institucional, pero en la medida que la dirigencia priista opere las consecuencias de las reformas, está la garantía de que en 2015 los candidatos tricolores no tengan que contender contra el descontento de petroleros, electricistas y campesinos derivado de las reformas estructurales.
Por eso llama la atención lo declarado este domingo por el coordinador de los senadores del PRI, por cuanto a que ésta bancada reitera su compromiso “con el campo mexicano, por lo que  no sólo haremos todo lo necesario para continuar dando tranquilidad a los campesinos en torno a las inquietudes generadas por la reforma energética, sino que escucharemos a todas las organizaciones agropecuarias con miras a la transformación del campo que está por venir.
“Que no haya duda, la palabra expropiación no existe en las minutas enviadas a la Cámara de Diputados para su deliberación. Podemos afirmar que las contraprestaciones por la utilización de predios, representa un beneficio para los dueños de la tierra al  que no tienen acceso con la ley actual”.
Y en el caso de la tormenta que se avecina en la discusión de los pasivos laborales que habrán de ligarse al cambio en los contratos colectivos de trabajo de petroleros y electricistas, situación a la que abiertamente se ha opuesto el STPRM, mediante su tesorero y diputado federal priista, Ricardo Aldana, el dirigente nacional del PRI, César Camacho, abogó por la postura del sindicato petrolero.
Se entiende la postura de Gamboa y de Camacho. Están en riesgo los liderazgos y los votos. Esta semana se definirá el futuro de las relaciones obrero-patronales de petroleros y electricistas con Pemex y la Comisión Federal de Electricidad. De que habrá damnificados, los habrá. Y sigue el campo. Conste.
LUNES. ¿Subirá a tribuna el diputado Ricardo Aldana para defender el coto de poder de la cúpula sindical petrolera? Interesante la ruta crítica de esta semana en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Digo.

@msanchezlimon

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